miércoles, 6 de junio de 2012

CALIDAD Y MEDIOAMBIENTE


El desarrollo de la Calidad implica la superación de diversos controles y el cumplimiento de varias condiciones, una de ellas es la puesta en funcionamiento de buenas prácticas medioambientales.

El principal objetivo de este condicionante es promover la mejora continua de la actividad en relación con el medio ambiente, mediante la exposición de unas recomendaciones prácticas cuya aplicación mejorará la eficiencia ambiental.

Son buenas prácticas medioambientales: asegurar que la cantidad de agua empleada en  la limpieza sea la adecuada, instalar de grifos mono mando con temporizador, fomentar medidas de recogida segregada de residuos para su reciclado, controlar la temperatura del termostato de forma que en invierno no sea demasiado alta y en verano sea excesivamente baja, o gestionar la recogida de aceite usado por empresas especializadas.

También forma parte de las mejoras medioambientales adquirir productos con poco envoltorio, promover la utilización de papel reciclado, controlar la emisión de ruidos, comunicar a los clientes las mejoras medioambientales de los servicios que ofrece el establecimiento o formar a  los empleados en la puesta en práctica de las mejoras medioambientales en la empresa, entre otras.

La puesta en práctica de todos estos criterios ayudará a respetar el medioambiente y al mismo tiempo contribuirá a una mejora de la imagen de la empresa.

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